Cala Salada se convierte en la primera "playa conectada" de la isla de Eivissa. El Consell de Eivissa y el Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany presentan un nuevo modelo de movilidad que apuesta por el transporte público y restringe el acceso a los coches.
El Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany y el Consell d'Eivissa han diseñado un el plan piloto de movilidad sostenible "playa conectada", que se aplicará en Cala Salada desde el 1 de junio hasta el 30 de septiembre. Por primera vez en la isla se aplicará un modelo de acceso a una playa integrado en la red insular de transporte público y con restricción a los coches privados. "Playa conectada" promoverá también, aparte del nuevo servicio de autobús, el acceso a través de otros modos de movilidad, que en el caso de Cala Salada será el transporte marítimo.
A partir del día 1 de junio el acceso por carretera a Cala Salada quedará restringido a los coches entre las 10 y las 18 horas. El Ayuntamiento de Sant Antoni instalará un punto de control con barrera en el cruce de acceso a la carretera que baja a la playa, que sólo podrán traspasar los vecinos de la zona y trabajadores y clientes del restaurante de la playa. Sí se permitirá el paso a motocicletas, taxis y, obviamente, a las personas que quieran acceder a pie o en bicicleta.
Cala Salada será "playa conectada" con la red insular de transporte público, que gestiona el Consell d'Eivissa. Así, un nuevo servicio de autobús unirá la Estación de Autobuses de Sant Antoni con el aparcamiento de Can Coix (que es gratuito y servirá de aparcamiento disuasorio de coches para las personas que no quieran entrar en Sant Antoni) y la playa de Cala Salada.
Las frecuencias del servicio de autobús serán de 15 minutos, tanto de ida como de vuelta, entre las 09.30 (primer servicio desde Sant Antoni) y las 20.30 horas (último servicio desde Cala Salada). El autobús de conexión a la playa será gratuito para los usuarios de tarjeta de transporte público, tarjeta T-Dorada y para los menores de 12 años, con el objetivo de facilitar el acceso a los residentes y promover el transporte público. Si no se dispone de tarjeta, el precio será de 4 euros por un billete de ida y vuelta o de 2,5 euros por un único trayecto.
La conexión con Cala Salada también se podrá hacer por vía marítima. El servicio de embarcación que cubre el trayecto entre el puerto de Sant Antoni y la playa será ofrecido por una empresa y se promocionará junto con el servicio de transporte público por carretera, dentro del concepto de "playa conectada". De junio a septiembre habrá un total de tres trayectos de Sant Antoni a Cala Salada, y cuatro trayectos de vuelta. Las salidas serán a las 10:30h, 11:30h, 12:30h y 15:30h. Las vueltas saldrán a las 13:00h, 16:00h, y 18:00h. El precio de un billete de ida y vuelta es de 9 euros para adultos y de 4,5 euros para menores de 7 a 12 años incluidos. Por un único trayecto el precio es la mitad, y los menores de 7 años viajan de forma gratuita.
Los problemas de movilidad, por el colapso de vehículos privados, con las consecuentes dificultades de acceso para los servicios de emergencia, como bomberos, policías o ambulancias, ponía en riesgo la seguridad de las personas, o el elevado peligro de incendios, dadas las características de la zona, hacían necesario replantear el modelo de movilidad de Cala Salada.